Trabajo colectivo, resultados para todos
1. En mayor o menor medida, los desafíos para los productores y comercializadores hortícolas en todo el mundo son prácticamente los mismos. Una mayor participación asociativa, con mejor comunicación, y un nuevo enfoque en relación con las plataformas comerciales, la sanidad vegetal, los derechos de obtentor, la sostenibilidad y las iniciativas que impulsen las ciudades verdes, deben sustentar las posibilidades de crecimiento para todos, trabajando unidos.
2. Ante la situación energética y el enfoque de producción sostenible, hay que cultivar lo que la naturaleza nos permita cultivar en nuestro entorno. Maximizar la ubicación geográfica produciendo plantas más apropiadas a las condiciones climáticas de cada región y que sean las menos intensivas en el uso de recursos debe ser el eje principal de la estrategia global. Este es el mejor momento para reconsiderar la hoja de ruta.
3. El debate energético coincide con las fluctuaciones cíclicas de la oferta y los precios del mercado. En esta fase de transición, algunos negocios desaparecerán, muchos productores y comercializadores se caerán y se lastimarán, mientras que a otros la compleja situación les abrirá puertas. Para sobrevivir y consolidarse es importante ir con la corriente.
4. El enfoque de producción limpia debe ser un imperativo para todas las empresas. Hay que fomentar la investigación, la innovación y el desarrollo, y tener presente que el consumidor final de hoy está cada vez más preocupado por los temas ambientales y sociales, y eso incluye desde las condiciones laborales hasta todo lo que se le administra a las flores y a las plantas para producirlas. Hay que prestar atención a toda esa nueva generación de productos fitosanitarios basados en bioestimulantes no tóxicos o biofungicidas.
Fuente: Floricultura International, January 2023
